Relato veraniego del CCM

Estimados todos:

Siguiendo la línea emprendida con el mensaje sobre el Coche Fantástico, aquí dejo otro texto veraniego que, sin ser demasiado extenso, pretende amenizar algo la lectura de quien tenga a bien acabarlo...

Como norma habitual, los que pertenecemos a la Junta Directiva del CCM solemos reunirnos una vez al mes para tratar sobre los temas varios que influyen en la buena marcha del Club. Las opiniones de unos y otros sirven para poner sobre el papel las siguientes actividades a desarrollar, bien para intentar solucionar los problemas que surgen en el Club, o simplemente para tomar las decisiones que periódicamente hay que ir afrontando.

Durante el mes de agosto, por el motivo vacacional evidente, esta reunión no se celebra. Sin embargo, el pasado miércoles día 5 se 'convocó', en el mismo lugar y a la misma hora, a un 'simulacro' de reunión. Es decir, que sin ningún asunto a tratar en particular, tan sólo se pretendía juntar a todos aquellos que estábamos en Madrid (fuéramos de la Directiva o no) con el único motivo de dar cuenta de una opípara cena con abundante postre incluído (tambien lo hacemos durante las reuniones oficiales, todo hay que decirlo...).

Como la foto de grupo ya dice quién estaba, y en este relato veraniego no se quiere aburrir al personal, las otras dos ilustran dos ejemplos de cómo puede transcurrir una velada de agosto en Madrid. Es habitual que los comensales acudan con algún clásico a la reunión (Capris, BMW, Mercedes...), ya que el lugar permite aparcar con cierta facilidad en el exterior durante todo el año. Lo de los cabrios ya es otra cosa, pero para que no falte de nada, allá que fueron Raquel y Manu con su Golf cabellos al viento (salvo los que protegían la gorra), cuales veinteañeros de marcha ibicenca.

Y lo que desde luego no es habitual es encontrarse dentro del local, además, a dos personajes que, aunque sin clásico automovilístico, en sí mismos ya son unos clásicos: los hermanos Armando y Carlos de Castro, 'alma máter' del grupo musical 'heavy' Barón Rojo, cuya música recién editada ('Barón Rojo en clave de rock', impresionante....) es escuchada estos últimos quince días por el cuarentón que escribe estas líneas, y que no pudo reprimir acercarse a ellos para pedir un autógrafo (el segundo para se exactos, ya que el primero tiene fecha de hace 25 años, firmado en los sótanos de Discoplay de la Gran Vía madrileña).

No sigo, ya que alguien dirá que siempre digo que no me extiendo y al final me lanzo a escribir el Quijote II. Supongo que alguien leerá e incluso contestará a este mensaje, pero si no fuera así, tan sólo decir que si las reuniones oficiales del CCM acaban siempre con unas buenas risas, (las fotos de Víctor dan muestra de ello), la idea es que sigamos así por muchos años. Ver gente amiga es muy saludable para la mente, y compartir momentos veraniegos de esa manera mucho más. Si encima se disfruta de los clásicos (Capri V8 de Jose, Karmann de Raquel y Manu....) y de personajes que forman parte de la historia vital de muchos de nosotros (Barón), no queda más queda mucho más que decir, salvo que 'Larga vida al rock and roll' y al Capri, con la gente del CCM como testigo (no he sido demasiado poeta, ¿eh?, podía haber sido peor...).

Abrazos para todos